
Queremos ayudarle a lograr bienestar. Puede consultar aquí todo lo que necesita saber sobre "Cicatrices y tratamiento de las cicatrices". El tratamiento de cicatrices es un tema complejo y, en ocasiones, plantea muchas preguntas a los afectados y a sus allegados. ¿Cuál es la estructura de la piel? ¿Cómo y cuándo se forman las cicatrices? ¿Qué posibilidades hay para tratar las cicatrices y cómo se puede ayudar durante un tratamiento de cicatrices? Intentamos responder a sus preguntas y ayudare a continuar con su vida. ¡Por una vida en movimiento!
La piel, con un metro cuadrado y medio hasta dos, es el órgano mayor y con más nervios del cuerpo humano, y supone aproximadamente el 20 % de su peso. Realiza numerosas y complejas funciones del cuerpo, como la regulación de la temperatura o la protección contra infecciones, los influjos del clima y la deshidratación.
Por eso es fundamental que cumpla su función correctamente. Pero a la vez es mucho más que un simple órgano: la piel es nuestro contacto con el mundo exterior, y es irrenunciable como instrumento de comunicación para la interacción entre las personas. Todos los contactos de cualquier tipo se perciben a través de la piel, las sensaciones y los sentimientos se expresan y se sienten gracias a ella. No en vano se dice que la piel es el "espejo del alma". Muchos cambios que se producen en el cuerpo, en el estado de ánimo o en el equilibrio hormonal se manifiestan en la piel.
La piel tiene una estructura compleja. Esta estructura es igual en todas partes. Consta de tres capas (epidermis, dermis e hipodermis), que tienen distintas funciones. El grosor de la piel varía según la zona del cuerpo. Por ejemplo, la piel de la cara o el dorso de la mano es varias veces más fina que la del muslo.
Epidermis: órgano de protección e inmunidad
La capa más externa de la piel (llamada epidermis por su nombre latino), pese a ser muy fina, es el escudo protector del cuerpo. La epidermis es la capa de la piel que llamamos piel en la observación normal. La misión de la epidermis es proteger el cuerpo contra los numerosos influjos del exterior, como los rayos UV o las sustancias perjudiciales. Si la epidermis está intacta, los microorganismos, como las bacterias, no pueden penetrar en el cuerpo. Además, impide que este se deshidrate. Las células de la epidermis se renuevan permanentemente y tienen un ciclo vital de aproximadamente un mes. Al cabo, mueren y se desprenden de la epidermis.
Dermis: Red y sistema de transporte
Justo debajo de la epidermis y conectada con ella se sitúa la dermis. Es más gruesa que la capa superior de la piel y, gracias a sus fibras de colágeno y elastina, es muy fuerte, elástica y resistente. Al contrario que la epidermis, esta capa contiene células nerviosas, sangre y vasos linfáticos. Entre otras cosas, la dermis es responsable de que sintamos los estímulos, como las caricias, la presión, el dolor, la temperatura o el picor. Los vasos sanguíneos situados en la dermis regulan, entre otras cosas, la temperatura de la piel.
Hipodermis: Depósito de grasa de la piel
La hipodermis consta en su mayor parte de tejidos grasos que almacenan energía para proteger el cuerpo del frío y para hacer de amortiguador. Según la zona del cuerpo, esta capa de la piel tendrá un grosor distinto. En la hipodermis, además, se encuentran las raíces pilosas y las glándulas sebáceas y sudoríparas.
Cualquier lesión cutánea deja una marca, en forma de cicatriz. Si la lesión es solamente superficial o pequeña, la cicatriz ni siquiera suele notarse. Pero si se ve afectada una gran superficie de la piel o si la lesión profundiza hasta sus capas internas, pueden quedar cicatrices visibles y causar grandes limitaciones en la vida cotidiana. Cada paciente percibe sus cicatrices de forma distinta, la historia personal que esconden tiene un papel importante. El tratamiento de las cicatrices no solo debe dirigirse a recuperar la movilidad, sino que debe perseguir también el restablecimiento estético. No importa si es grande o pequeña, una cicatriz puede tener un efecto enorme en la calidad de vida. Por eso deben tratarse todas las cicatrices para poder influir lo más posible en su calidad.
Si la piel resulta dañada por accidentes, operaciones o enfermedades, el organismo trata de reparar los daños, aunque con frecuencia no consigue restablecer la funcionalidad previa a la lesión. Esta solo se restablece si no hay otras afecciones concomitantes que dificulten la reparación de la piel. En las lesiones superficiales que solo afectan a la epidermis, las heridas pueden curarse por completo y sin que queden rastros (curación de heridas epitelial). Dichas lesiones de la epidermis son, por ejemplo, las quemaduras solares o las heridas abrasivas superficiales. Si resultan afectadas capas más profundas de la piel, como en el caso de las operaciones, etc., se producen cicatrices tras las distintas fases de la curación. El transcurso de la curación de las heridas depende del tipo, el tamaño y la profundidad.
Fig. 1: Fase de limpieza
Fig. 2: Fase de granulación
Fig. 3: Fase de reparación
Para comprender la formación de una cicatriz en la última fase de la curación de una herida puede ser útil observar con más detalle el proceso de la curación.
1. Fase de limpieza
Inmediatamente tras la lesión se reduce el riego sanguíneo, el cuerpo intenta detener el sangrado
y eliminar al mismo tiempo los gérmenes y las bacterias de la herida o bien impedir su entrada. Esta fase puede durar hasta tres días.
2. Fase de granulación
Algunos días tras la lesión, el cuerpo comienza a construir de nuevo vasos y tejidos (tejidos de granulación), para cerrar la herida lo antes posible.
3. Fase de reparación
Entre el quinto y el décimo día tras la aparición de la herida comienza la última fase: la herida se cierra en la superficie. En esta última fase de la curación comienza a conformarse la cicatriz. La fase de reparación puede prolongarse varias semanas o meses.
Las cicatrices formadas en la fase de reparación pueden no ser solo un problema estético. En las zonas cicatrizadas, la piel, por sus engrosamientos, contracciones y endurecimientos, presenta menos elasticidad.
Ninguna cicatriz es igual que otra. Si se observa la curación de una herida exactamente igual en dos personas distintas, la cicatriz resultante nunca sería idéntica. La cicatriz o su aspecto y su desarrollo dependen de muy distintos factores, en los que se puede influir parcialmente.
Según hayan sido la lesión previa y la curación de la herida, pueden conformarse cicatrices de distintos tipos que se diferencian por su aspecto y su composición.
Cicatrices hipertróficas
Las cicatrices elevadas, enrojecidas o incluso abultadas se denominan hipertróficas. Surgen como resultado de un exceso de producción de tejido conjuntivo, que da lugar a cicatrices llamativas y gruesas. Se abultan dentro del área de la herida previa, es decir, las cicatrices no se modifican de forma incontrolada.
Las cicatrices hipertróficas se pueden retraer de forma espontánea a lo largo del tiempo; un tratamiento determinado de la cicatriz puede ayudar a dicha retracción. La causa más frecuente de las cicatrices hipertróficas son las fuerzas de tracción intensas durante la curación de la herida. Ocurre sobre todo en las articulaciones.
Queloides
Igual que las cicatrices hipertróficas, los queloides también se caracterizan por el abultamiento del tejido de las cicatrices. Pero los queloides crecen más allá de la zona de la herida, en parte incluso tras su curación. El crecimiento puede iniciarse incluso meses después. La causa reside en un abultamiento incontrolado y notable del tejido conjuntivo.
El abultamiento se detiene al cabo de cierto tiempo, pero el queloide no se retrae. La zona está enrojecida o es más oscura que el resto de la piel y, entre otras cosas, puede también picar y doler.
Los queloides pueden presentarse de nuevo incluso tras una extracción quirúrgica. Por ello es importante un tratamiento de cicatrices que combine métodos de tratamiento en parte diferentes, para así lograr éxito a largo plazo.
Cicatrices atróficas
Al contrario que los tipos de cicatriz anteriores, en las cicatrices atróficas la superficie de la cicatriz está hundida, la cicatriz está por debajo del nivel de la piel circundante.
Se forma demasiado poco tejido conjuntivo para rellenar la herida completamente. Las cicatrices atróficas surgen sobre todo en heridas que curan mal, como, por ejemplo, por el acné, y son frecuentes de ver en la zona de la cara.
La mejora de las cicatrices requiere de tiempo y paciencia. Una cicatriz existente no se puede hacer desaparecer por completo. No se decepcione si una cicatriz no se ve tal como le gustaría o si no percibe cambios visibles inmediatamente cuando se encuentre en un tratamiento de cicatrices. Una posibilidad para percibir los progresos, aunque sean pequeños, es la documentación mediante fotografías. Así tiene la posibilidad de comparar los cambios a lo largo del tratamiento.
Tras una intervención quirúrgica, no importa si a causa de un accidente o si estaba planeada, quedan rastros visibles en la piel. Por eso siempre es importante un tratamiento específico y completo de las cicatrices para evitar limitaciones funcionales y de movilidad y para mejorar al máximo el aspecto y la estructura. El resultado final del tratamiento de las cicatrices dependerá, no obstante, del tamaño, el tipo y muchos factores individuales de la cicatrización. La cirugía plástica tiene cuatro pilares que se presentan a continuación. El restablecimiento o la mejora de la movilidad y la funcionalidad o el resultado estético son el elemento central de la cirugía plástica, y, muy especialmente, en la cirugía reconstructiva y la cirugía de las manos. Las formas o las funciones corporales se ven positivamente influidas por una intervención quirúrgica médica necesaria. Además, existen bien una necesidad médica o bien un deseo personal de un cambio cosmético del paciente.
1er pilar: Cirugía reconstructiva
La cirugía reconstructiva, disciplina que forma parte de la cirugía plástica, se aplica tras accidentes (cirugía de accidentes) o tras otras operaciones, por ejemplo, tras las extracciones de tumores cancerosos. También las malformaciones congénitas se tratan con cirugía reconstructiva. A veces, durante las intervenciones, por ejemplo, por un cáncer o por otra afección, aunque también tras un accidente, se trasplanta tejido corporal propio sano a otra zona del cuerpo para cerrar heridas o para reponer tejido ausente. Como consecuencia, se forman cicatrices en diversas zonas del cuerpo. Estas cicatrices no solo resultan molestas, sino que también pueden causar limitaciones en la movilidad de los afectados. Por eso es necesario que, una vez curadas las heridas, las áreas de las cicatrices activas deben tratarse con un tratamiento de cicatrices apropiado.
El tratamiento de las cicatrices ayuda a la curación uniforme del tejido de la cicatriz y evita que, especialmente en las superficies de gran tamaño, se formen heridas infladas o contraídas que puedan causar molestias e incluso dolor. Especialmente en las intervenciones quirúrgicas en zonas del cuerpo visibles el factor estético tiene un papel fundamental. Es perfectamente comprensible que, sobre todo al principio, no resulte fácil contemplar la cicatriz que se ha producido tras una operación y que resulte difícil aceptar esta nueva diferente situación. Durante el momento crucial de su tratamiento individual de las cicatrices, las prendas de compresión y productos complementarios como, por ejemplo, apósitos de silicona y ayudas para la colocación, pueden ser de ayuda al tratamiento.
2º pilar: Cirugía de las manos
La cirugía de las manos es una disciplina especial dentro de la cirugía plástica. Aborda y trata todas las lesiones, las enfermedades y las malformaciones de las manos y del brazo completo. Gracias a su compleja estructura, la mano se adapta a la perfección a sus incontables tareas y movimientos. La mano y cada uno de los dedos son las "herramientas" más importantes en la vida cotidiana, por lo que el restablecimiento rápido y máximo de sus funciones tiene la mayor prioridad. La mano se caracteriza por la perfecta interacción de sus distintos componentes, como huesos, tendones, músculos, nervios y vasos sanguíneos. Debido a la especial anatomía y a la limitada superficie de esta parte del cuerpo, esos componentes están muy cerca unos de otros. En todas las intervenciones en la mano, por lo tanto, es necesario un conocimiento muy preciso de sus especiales estructuras anatómicas. En la cirugía de las manos, la exactitud de las incisiones es tan importante como un tratamiento específico de las cicatrices con posterioridad a la intervención, ya que las cicatrices que surjan pueden dar lugar a grandes limitaciones funcionales en unos tejidos tan sensibles como los de las manos. Especialmente la motricidad fina puede sufrir por la formación de cicatrices.
Las expectativas de éxito en el tratamiento y, con él, la mejora de la calidad de las cicatrices son mayores con las cicatrices activas. No pierda un tiempo valiosísimo y comience el tratamiento de las cicatrices directamente tras la curación de las heridas. En casi todas las actividades cotidianas las manos tienen reservado un papel importantísimo. Asimismo, no hay casi nada en lo que se pueda renunciar a la ayuda de las manos. Ahora queda clara la importancia de esta "herramienta" que tiene el cuerpo, ya que, si bien suponen una superficie muy pequeña del cuerpo, se necesitan prácticamente para todo. Solo cuando la función de las manos y los dedos se ve limitada resulta evidente hasta qué punto dependemos de ellas. Las cicatrices en las manos pueden suponer grandes limitaciones, incluso aunque proporcionalmente sean pequeñas. Un tratamiento de las cicatrices puede reducir ese riesgo de consecuencias tardías. Un tratamiento de las cicatrices efectivo sitúa la función y la movilidad de las manos como elemento central del tratamiento. Consta de varios pilares y métodos, son particularmente importantes el tratamiento de compresión y silicona y la fisioterapia, y no pueden faltar en un tratamiento integral de las cicatrices.
3er pilar: Cirugía estética
La cirugía estética es otro pilar de la cirugía plástica. Al contrario que en los otros pilares, en las intervenciones realizadas no tiene por qué haber necesariamente una indicación médica, la intervención es de tipo cosmético. Estas intervenciones, como las de la cirugía reconstructiva, pueden causar modificaciones formales, pero el resultado estético es lo fundamental. La decisión de realizar una intervención estética puede responder al deseo individual de un cambio corporal o a la necesidad de una reconstrucción estética tras accidentes o enfermedades. Es posible realizar un tratamiento de las cicatrices tras la intervención para mejorar las cicatrices que hayan surgido y hacer que la intervención resulte tan poco visible como se pueda.
4º pilar: Cirugía de quemaduras
La cirugía de quemaduras trata las quemaduras, las escaldaduras y las cicatrices de quemadura. Cuando se tratan quemaduras y escaldaduras agudas, en primer lugar hay que aclarar dos factores: ¿Cómo de profunda es la quemadura? ¿Cómo de amplia es la superficie corporal afectada? La profundidad se clasifica en grados (grados I, IIa, IIb y III). Normalmente es necesario intervenir quirúrgicamente en quemaduras de grado IIb (daños en las capas profundas de la dermis) y III (destrucción completa de la dermis y daños en la hipodermis). Según la profundidad y el tamaño de las quemaduras, el paciente puede tener que ser atendido en primer lugar en cuidados intensivos. En la cirugía de quemaduras, debido a la gravedad de las quemaduras a menudo es necesario retirar tejido y reemplazarlo con tejido nuevo a través de trasplantes de piel. El tratamiento intensivo reviste enorme importancia en el caso de las quemaduras, ya que las cicatrices de estas a menudo se contraen o el tejido conjuntivo nuevo se hincha considerablemente. Si no se aplica tratamiento, pueden producirse graves limitaciones funcionales y de motricidad.
Más de un tercio de los accidentes de trabajo conllevan lesiones en las manos. Tanto en la cirugía reconstructiva como en la cirugía de las manos se aplica lo siguiente: en cuanto
la superficie de la herida haya sanado, se puede comenzar el tratamiento de las cicatrices. Cuanto antes se inicie una terapia adecuada, mejores serán los resultados finales.
Es imposible hacer las cicatrices invisibles. No obstante, hay buenas alternativas para tratarlas y mejorar su aspecto y su función. Cada cicatriz es diferente, por lo que los retos del tratamiento de las cicatrices son múltiples. Es necesario iniciar la terapia de forma temprana tras una intervención para lograr el mejor resultado posible en la cicatriz.
Así se puede aprovechar al máximo el periodo en que la cicatriz permanece activa. Por eso en todas las cicatrices debe iniciarse inmediatamente tras la curación de la herida con tratamientos no invasivos (conservadores). En las cicatrices en que pueden producirse evidentes limitaciones funcionales o de movilidad, pueden ser necesarias correcciones en la cicatriz. Según las características de la cicatriz, estas deberán ser quirúrgicas o con láser. Su médico especialista elegirá la terapia o la combinación de métodos de tratamiento que mejor se adecuen a su caso.
¿Qué son los productos de compresión?
Uno de los posibles métodos para tratar las cicatrices es la aplicación de presión (compresión) en la zona de la cicatriz. Se puede aplicar a través de un producto de compresión de tejido plano fabricado de forma individual para cada parte del cuerpo. Hace muchos años que se utiliza la compresión con éxito en el tratamiento de cicatrices. Una terapia de compresión puede tener un efecto positivo en las cicatrices incluso si son antiguas.
Adaptación de los productos de compresión
Una prenda de compresión ajustada con precisión ejerce una presión medicinal constante y eficaz y ayuda a mejorar notablemente la zona de la herida. No debe apretar, pero tampoco deslizarse. Los especialistas del comercio especializado en productos médicos le tomarán las medidas corporales. A continuación, se puede fabricar una prenda de compresión (p. ej., Juzo Expert) exactamente adaptada a su anatomía. Al tomar las medidas, aparte, se determinará si deben integrarse otros complementos, como, por ejemplo, amortiguaciones (almohadillas), para lograr una presión uniforme en la zona de la cicatriz. El médico le prescribirá la clase de compresión (la intensidad de la presión) apropiada para usted.
Adaptación de los productos de compresión
Los productos de compresión quedan ceñidos como una segunda piel en el cuerpo. Así se logra la presión que se desea. Puede costar trabajo acostumbrarse a llevar y a ponerse los productos de compresión, sobre todo al principio de la terapia, y en heridas recién curadas a veces también es desagradable. Pero no debe sentirse inseguro, ya que solo llevando los productos de compresión de forma consecuente, día y noche, se pueden lograr resultados satisfactorios.
Con un poco de ejercicio y con útiles ortesis, al poco tiempo colocárselos se hace más sencillo y llevarlos irá formando parte de su vida cotidiana.
Ilustración 1: Cicatriz hipertrófica abultada sin compresión
Fig. 2: Cicatriz alisada bajo un tejido de compresión
En cuanto una herida está cerrada, se puede empezar con la terapia de compresión. Mediante la presión uniforme y amplia de las prendas de compresión se pueden obtener numerosos efectos positivos en la zona de la cicatriz:
No se puede determinar con precisión la duración de una terapia de compresión. Dependerá de múltiples factores y, por lo tanto, puede oscilar entre seis meses y dos años. La disposición personal y la paciencia del paciente ante el tratamiento, como también el apoyo y el ánimo de la familia y los amigos pueden contribuir decisivamente al éxito de la terapia. Solo se puede lograr la curación correcta de las cicatrices sin limitaciones funcionales llevando las prendas de compresión de forma consecuente (según prescripción médica).
Otros factores que influyen en la duración de la terapia son:
Mediante una terapia de compresión, en muchos casos se puede evitar una operación de corrección de las cicatrices. Es algo que se debe decidir de forma individual caso por caso.
El tratamiento de las cicatrices con silicona es otra opción muy efectiva. La silicona permite mantener la humedad de la piel, de manera que se evita que la zona de la cicatriz se reseque. Los productos de silicona están compuestos al 100 % de silicona para uso medicinal. Como son blandos, de elevada elasticidad y muy adaptables, llevarlos es cómodo y no resulta molesto. Los productos de silicona se pueden llevar, dependiendo de la cicatriz y del producto elegido, combinados con una prenda de compresión o solos. La aplicación temprana de los productos de silicona durante la terapia de compresión puede ser un excelente complemento de esta y mejorar su efectividad aún más:
También es útil llevar almohadillas de silicona bajo la compresión en partes del cuerpo en que la compresión por sí sola no aporta presión suficiente sobre el tejido de la cicatriz. Puede tratarse, por ejemplo, de la zona de los tobillos o el escote.
Hemos recopilado un par de consejos útiles que podrán contribuir al éxito del tratamiento de sus cicatrices. A menudo se trata de pequeños detalles que no suponen gran esfuerzo aunque pueden proporcionar progresos adicionales y facilitarle el tratamiento.
Tiempo de uso
Lleve sus prendas de compresión exactamente según la prescripción del médico. Es la única manera de obtener los mejores resultados terapéuticos.
Radiación solar
No exponga las cicatrices a la radiación solar directa y protéjase suficientemente del sol. La luz solar directa favorece la formación de cicatrices hipertróficas. Además, el tejido de las cicatrices puede oscurecerse. Las prendas de compresión de Juzo (Juzo ScarComfort) le garantizan un factor de protección UV UPF 30. Los apósitos de silicona de Juzo (Juzo ScarPad) ofrecen protección adicional, ya que tienen un factor de protección UV UPF 50.
Limpieza de los productos de compresión
Sus prendas de compresión pueden lavarse en la lavadora con un programa para prendas delicadas o (hasta 40 °C). Lave sus prendas de compresión a diario, solo así se conservan sus propiedades elásticas durante largo tiempo. Los restos de escamas de piel, pomadas, suciedad y partículas de polvo tienen un efecto abrasivo en las fibras y el hilado. Solo el lavado diario puede eliminar por completo esos restos y solo así se puede prolongar la vida útil de las prendas de compresión. Recomendamos que se use el detergente especial suave Juzo en todos los lavados. No use suavizante, ya que los productos suavizantes pueden perjudicar a las fibras compresoras.
Fisioterapia / ergoterapia
Un movimiento planificado en el ámbito de la fisioterapia y la ergoterapia es importante para que el tratamiento de las cicatrices sea eficaz. El tejido de las cicatrices se moviliza y mejora su riego, el tejido conjuntivo se ablanda. Además, pueden tratarse de forma óptima las posturas incorrectas de las articulaciones o la rigidez de las extremidades, y, de ese modo, se pueden alcanzar mejores resultados. Aténgase estrictamente a las recomendaciones terapéuticas de su médico.
Limpieza de los apósitos de silicona
Limpie su ScarPad a diario; solo así están garantizadas la higiene necesaria en la zona de la cicatriz y la sujeción segura. El ScarPad se lava con un detergente especial (Juzo ScarPad Cleaning Soap). Ponga un par de gotas del detergente en el ScarPad y lávelo a fondo con agua corriente templada. Tras el lavado, coloque el apósito con el lado adhesivo hacia arriba sobre un paño seco. Una vez que se haya secado por completo, puede volverse a utilizar.
Cuidado de las cicatrices
Las cicatrices permanecen suaves gracias a la aplicación diaria de crema y masajes. La higiene es muy importante. Mantenga limpia la zona de la cicatriz para evitar infecciones. Siga las recomendaciones de su médico para el cuidado de las cicatrices.
Adaptación
Las prendas de compresión deben ajustarse perfectamente y no pueden enrollarse ni deslizarse. En caso de cambios de peso o crecimiento en niños, cambian las dimensiones corporales. En ese caso, diríjase a su comercio especializado en productos médicos. Allí comprobarán el ajuste de sus productos y considerarán si es necesario un nuevo producto.
Adaptación
Las prendas de compresión deben ajustarse perfectamente y no pueden enrollarse ni deslizarse. En caso de cambios de peso o crecimiento en niños, cambian las dimensiones corporales. En ese caso, diríjase a su comercio especializado en productos médicos. Allí comprobarán el ajuste de sus productos y considerarán si es necesario un nuevo producto.
Heridas abiertas
¡No se deben llevar en ningún caso apósitos de silicona sobre heridas abiertas! Antes de aplicar productos de compresión con presencia de heridas, consulte siempre con su médico. Su médico podrá aprobar que lleve prendas de compresión en presencia de heridas pequeñas sobre un vendaje o un apósito. Los defectos residuales pueden curar muy rápido y sin complicación bajo la presión de las prendas de compresión .
Heridas abiertas
¡No se deben llevar en ningún caso apósitos de silicona sobre heridas abiertas! Antes de aplicar productos de compresión con presencia de heridas, consulte siempre con su médico. Su médico podrá aprobar que lleve prendas de compresión en presencia de heridas pequeñas sobre un vendaje o un apósito. Los defectos residuales pueden curar muy rápido y sin complicación bajo la presión de las prendas de compresión .